El 8 de marzo de 1857, 120 obreras fueron asesinadas en Nueva
York con brutalidad policial, al dispersar una marcha en reclamo
contra los bajos salarios de la fábrica en la que trabajaban. ¿Qué
pensarían ellas al ver que los derechos de las mujeres siguen
siendo vulnerados?
Con mucha lucha, estudio y esfuerzo se ha logrado llenar espacios
que nos habían sido negados en distintos ámbitos; políticos,
profesionales, educativos, etc.
En el contexto actual, causado por la pandemia de la COVID-19,
que no es sólo una cuestión sanitaria, las mujeres se encuentran en
la primera línea de la crisis, como trabajadoras de la salud,
cuidadoras, innovadoras y organizadoras comunitarias. Además, las
mujeres cargan con las labores de cuidados y respuesta frente a la
crisis ya que la mayoría de quienes prestan cuidados en los
hogares y en nuestras comunidades son mujeres, recayendo sobre
ellas no sólo el trabajo en sí, sino también la responsabilidad en la
toma de decisiones.
Tanto las mujeres líderes como las organizaciones de mujeres han
demostrado sus habilidades, conocimientos y redes para liderar
eficazmente los esfuerzos en respuesta y recuperación ante la
Covid-19. La mayoría de países que han contenido los efectos de la
pandemia y han reaccionado con más éxito ante sus impactos
sanitarios y socioeconómico están dirigidos por mujeres. Por
ejemplo, las jefas de gobierno de Dinamarca, Etiopía, Finlandia,
Alemania, Islandia, Nueva Zelandia y Eslovaquia, han recibido un
gran reconocimiento por la rapidez, la decisión y la eficacia en la
respuesta ante la Covid-19, así como por la manera amable de
comunicar datos de salud pública, basados en hechos. Sin
embargo, las mujeres son jefas de Estado y de gobierno en tan sólo
unos 20 países del mundo.
Desde el estallido de esta pandemia, la violencia contra las mujeres
y las niñas se ha intensificado en forma alarmante.
Si bien las medidas de bloqueo ayudan a limitar la propagación del
virus, las mujeres y las niñas que sufren violencia en el hogar se

encuentran cada vez más aisladas de las personas y los recursos
que pueden ayudarlas.  
Para lograr la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de
todas las mujeres y las niñas creemos prioritaria su participación y
toma de decisiones en forma plena y efectiva en la vida pública, así
como la eliminación de la violencia.
Una Generación de igualdad exige el derecho de las mujeres a la
toma de decisiones en todas las esferas de la vida, la igual
remuneración, la distribución equitativa de los cuidados y el trabajo
doméstico no remunerados y el fin de todas las formas de violencia
contra las mujeres y las niñas.
Este 8 de marzo, invitamos a la sociedad a sumarse al
reconocimiento de los derechos de todas y reafirmamos una vez
más esta lucha permanente y fraterna de hombres y mujeres de
todos los partidos políticos sin diferencias, en busca de una
sociedad más justa e igualitaria.

Comisión de Género del Municipio de Nueva Helvecia

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